domingo, 9 de noviembre de 2008

Cruda

Son las 8:30 am del domingo. Ayer me desvelé y no obstante me levanté temprano. Ya no pude dormir.

Llevamos mi esposa y yo varios fines de semana contínuos desvelándonos. Un partido de futbol que acaba en fiesta en nuestra casa, una cenita con compañeros de secundaria que se alarga a altas horas de la madrugada, una fiesta de disfraces en Celaya, una carne asada en el Ajusco que finaliza en fiesta en casa de uno de los amigos, etcétera, etcétera. Por fin ayer teníamos el día libre de algún compromiso y la noche también.
- Hoy sí dormiremos temprano- Le afirmé a mi esposa.
- Sí, ya hacía falta descansar un poco- Respondió asintiendo con la cabeza. - ¿Te parece si en la tarde vamos al centro comercial?, aún no compras tu traje de lino para la boda de tu hermano y a mi me hacen falta los zapatos de mi vestido. Te recuerdo que estamos a una semana de la boda y en la semana no voy a poder buscarlos pues estaré muy ajetreada. -Me dijo con voz firme.
- Bueno. - Accedí. Pensé que ya nos hacía falta caminar un poco y además no estaría mal ver cómo arreglaron el centro comercial para la Navidad.
No encontré mi traje, ni ella sus zapatos. Sin embargo, encontramos que había "venta nocturna" por las fiestas navideñas.
La tienda departamental estaba llena al máximo, meseros regalando copas de vino blanco y tinto, botellitas de agua, todo para que el consumidor se sintiera a gusto. La gente caminaba con sendas bolsas, llenas de compras y más compras; pasaban su tarjeta de crédito sin ningún remordimiento, felices porque la tienda le "regalaba", además del descuento directo en el precio y los 15 meses sin intereses, cierta cantidad de monedas según lo comprado canjeables por determinados regalos que la tienda preestableció e incluso te abonaban un porcentaje a un monedero electrónico para usarlo y seguir comprando en su tienda. ¡Qué dadivosa!. Eso es espíritu navideño.
¿Y la crisis crisis mundial económica?. Pues ¿no que estamos muy jodidos y que no usemos tarjetas de crédito en esta época de inestabilidad económica en la que el dólar está muy volátil? -Pensé viendo a los pobres consumidores con cierta pena por ellos. -Los quiero ver en enero haciendo fila en el Monte de Piedad. - Me compadecí.
De repente, pasando por "electrónica y fotografía" detuve mi marcha para preguntar por una cámara de video que hace algún tiempo quería comprar.
Mi esposa me acompañó, junto con mis suegros a quienes nos encontramos en la tienda.
Me explicó las características de la videocámara y poco a poco me demostraba otras más, distintas a la que originalmente había llamado mi atención. Con la última que me demostró, quedé maravillado y sobe todo envuelto por todo lo que podía hacer.
El vendedor, excelente por cierto ya que me traslado imaginaramente a momentos increíbles de mi vida grabados por esa super cámara de video, vio a un cliente potencial en mí dado el interés mostrado en ella.
No se equivocó. Tanto mi esposa como yo quedamos maravillados con la cámara.
-Vale la pena- Dijo mi esposa. - Si ya vas a hacer el gasto, por un poco más compraría esta cámara que tiene mejores cualidades que la otra que querías.- Me animó.
- ¿Cuánto serían las mensualidades? Pregunté.
Cálculos matemáticos y el ofrecimiento de más regalos para animarnos.
Fuimos a cenar para pensarlo. Nos gustó pero estába un poquito cara.
-Bueno para eso trabajamos ¿o no? Debemos darnos un gusto de vez en cuando- Nos animó mi suegra.
Cálculos matemáticos. Vale la pena o no, esa era la cuestión.
-En Estados Unidos, cómo está el dólar actualmente sale casi igual.- Me dijo mi esposa, no sin antes haber investigado rapidamente en el buscador de internet que tiene en el celular.
Al final, caímos en las garras del consumismo. A las 2:00 am de la mañana estábamos de regreso en esa tienda. Pasamos la tarjeta de crédito. -Las mensualidades están bastantes cómodas- Nos animamos mi esposa y yo.
- Es nuestro regalo de Navidad, tu pones la mitad y yo la otra ¿va?- Acordamos.
Llegamos a la casa, platicamos, le echamos un último vistazo a nuestra adquisición. 3:00 am.
¿Y la tan sonada crisis económica? Me cuestioné antes de conciliar el sueño. - Pues está noche se fue muy lejos, tal vez regresé a principios de año.- Me contesté.
Dormimos.
La cruda de hoy, no es cómo las otras. Es más bonita. Estoy como niño que recién recibió sus regalos de los "Santos Reyes Magos". Pero mi esposa me advirtió que no podía utilizar todavía la cámara.
Nos volvimos a desvelar y ella sigue dormida; yo quiero que ya despierte pues no puedo resistir más. Muero de ganas por usar la cámara. Pero esas ganas se intensifican al pensar que lo primero que grabaré en la video será a ella, la persona más importante, valiosa y hermosa que tengo en la vida: Mi esposa.

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