jueves, 27 de noviembre de 2008

Un día común


Lo sé, aún no subo las fotos que prometí ayer. Lo haré mañana. Tengo que entregar mi examen de la maestría (enviarlo por e-mail al profesor que vino desde España) y las dos únicas preguntas están bastante densas, tengo que hacer una lectura de las sentencias constitucionales atípicas donde cada renglón tiene tanto contenido que mi cabezota no logra entender y tengo que releerlo varias veces.
También voy a ayudar, por la tarde, a la Busi con las dudas que le quedan de último minuto porque mañana muy temprano presenta un examen que si lo aprueba podrá ingresar a un curso en amparo que es muy peleado. Estoy seguro que le va a ir bien y cómo no si su maestro particular (osease yo) es "requetebien" inteligentote y ella una alumna tenaz (y bien guapota).
Por cierto, nos vamos a Las Vegas (por eso la foto medio panorámica sacada de internet) a dejar en blanco y sin fondos a los hoteles y casinos de por allá. Es bueno eso de la tarjeta frecuenta de Mexicana (conste que no le estoy haciendo buena publicidad ni nada parecido). La saqué no porque viajara mucho (de hecho me aterrorizaba volar ya lo he ido superando un poco) sino porque cualquier tarjeta que no cueste ni me cobren nada mensualmente y que me dé alguno que otro privilegio, siempre la obtengo. Y bueno ahora a sacarle provecho de los vuelos que he realizado durante varios años (mi trabajo y mi dinero, más esto que aquéllo, me costó juntar mis millitas). El caso es que había promoción de millas al dos por uno y las que yo tenía acumuladas (30,000 millas) me alcanzaban para un viaje redondo a los Estados Unidos (sólo un pasajero) pero con la promoción viajamos la busi y yo, juntitos, con esas millas. Sólo pagué el impuesto y un trámite de no sé que rollo de obtención de la promoción (cantidad que fue menor que si me fuera a Acapulco, ida-vuelta, en carretera desde México) y listo nos vamos en diciembre a Las Vegas, un lugar lleno de historia, cultura y arte. Perdón me equivoqué de la descripción del destino: un lugar para echar sólo buena onda y nada de aprendizaje. De repente hace falta algo así ¿o no?
En fin, con esta última preguntita -¿o no?- parece que escribo como si me leyeran ciento, miles o millones de admiradores, fans o curiosos y la verdad es que un sólo anónimo y Don Guffo han hecho el favor de emitir un comentario en este blog. snif.
No importa, yo escribo y punto y el que me quiera leer que lo haga y el que no pues no.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un viaje al pasado. Algo de los ochentas


En este blog quiero hacer memoria de aquella maravillosa etapa de mi vida: Los años 80's, en especial de los zapatos o tenis que se usaban.

Sólo de recordar se me "enchina" la piel. Qué buenos tiempos. La ropa o la forma de vestir era un poco estrafalaria (en algún otro post me referiré a ella) pues además de que era holgada te colgabas de todo. Los pantalones (de mezclilla o cualquier otro material) debían estar "arremangados" y con ellos usabas tenis Kaeppa (a los que les cambiabas los traingulitos), Kangaroo, Avia, Reebok de bota, vans e incluso, otros más que no llegaba el bolsillo para esos tenis, usaban los Panam, Dunlop, Settia (que eran de bota), etcétera.

No obstante, desde un punto de vista personal, el zapato más significativo de esa época (para los hombres) ya que los podías usar con todo, eran los famosos "Top-Siders".

Había de varios colores, rojos, azul márino, azul claro, blancos, café. Sus agujetas eran distintas a todas y la moda era hacer una especie de nudo o amarre en sus puntas para que tuvieran una imagen distinta, como si estuvieran enrrolladas.

Recuerdo haber visto personas que usaban sus "top-siders" con calcetas e incluso calcetín; sin embargo, lo más usual era usarlos sin calcetines o calcetas.

Me viene a la mente un amigo que pisaba chueco, para adentro, y como los "top-siders" eran bastante amoldables, se acababa la parte interna del zapato como si estuviera pisando de lado hacia adentro.

Esos zapatos eran tan versátiles que los usabas con pantalón de mezclilla, de vestir e incluso shorts o bermúdas.

Era tal su fama que no sólo se usaban en México o en el continente Americano sino también en países europeos.

Ah qué buenos recuerdos.

Yo, obviamente tuve los míos.

En el viaje que hice a La Paz con motivo del bodorrio de mi hermano, entré a una tienda (si ya sé que van a pensar que qué estaba haciendo en una tienda con tanta playa hermosa y lugares por visitar pero la Busi quería unos perfumes y desmaquillante "quesque" por que ahí era más barato que en el D.F) y al acudir a la sección de zapatería que me los encuentro. Los originales "Top-Siders" y no de otra marca. Azúles como a mi me gustaban.

En ese momento me trasladé al pasado, viajé en el tiempo. Los miré, los palpé, los olí. Vino a mi mente gracias a la memoria olfativa y visual aquellos años y las vivencias que tuve con ellos en mis "piéceses" juveniles.

No lo pensé, no dudé sobre si era bueno o no el precio, si los usaré o no, si los necesito o no, simplemente me dio tanto gusto verlos que me imaginé usándolos nuevamente con mis pantalones "Aca" o "Jordache", mi camisa "Ocean Pacific" de las de Magnum, mi cabello alocado con mi copete y el gel a los lados y, por supuesto, mis top-siders sin calcetines. Incluso pensé en hacerles el famoso nudito en las agujetas.

Miré a la dueña de mis quincenas en busca de una mirada de aprobación y tal vez porque vio mi cara radiante de felicidad, como cuando te reencuentras con un amigo muy querido, me impulsó a que los comprara. Tal vez a ella no le gustaron tanto, pero me apoyó al ver el gusto con el que me los probé.

Al final los compré, no los he usado aún porque hace tanto frío que me tengo que poner calcetines y eso no quiero, simplemente no van con mis "top-siders", por lo que ya quiero que venga la primavera para que no se me congelen las patas. Aunque tal vez no logre esperar tanto y los use con la consecuencia de tener moradas de frío "las de andar".

No obstante creo que sería bueno esperar, pues quizás para ese entonces ya haya recordado cómo hacer el famoso nudo de las agujetas que han ocupado, desde la compra, todas mis tardes sin resultados favorables. Pos no que ¿lo que bien se aprende nunca se olvida?
La foto posteada no corresponde a mis zapatos, los míos están más "requetebonitos" porque su agujeta es la clásica blanca. Mañana pondré la foto junto con alguna de mi juventud "topsideriana".


martes, 18 de noviembre de 2008

Sin ti nada es igual.

Era eso lo que faltaba. El fin de semana pasado fui, junto con la Busi mi esposa, a La Paz, Baja California a la boda mi hermano el menor. La boda fue bonita. La familia política de mi hermano nos trató de maravilla, como si nos conocieran de años atrás, su hospitalidad sobrepasó toda expectativa.

Aprovechamos ese viaje para conocer esa ciudad, o lo más que podíamos ya que fueron pocos los días que estuvimos allá.

Tomamos un viaje en lancha a varias playas que ahí existen y de éstas la que más me gustó fue la denominada "Ensenada Grande"; nadamos cerca de lobos marinos sin molestar su habitat. Fue emocionante, una experiencia única. Fue excitante sentir el viento en la cara remojada por el agua del mar que nos salpicaba a cada choque de la lancha con las olas y nadar en las playas más tranquilas, bonitas y solas que he conocido.

Pero todo ello no hubiera sido magnífico sin ti. Mirarte en la lancha con esa sonrisa hace que me enamore cada día más de ti y no sé hasta donde llegará mi amor. No tiene fin este sentimiento. Me fascinó ver tu sonrisa, tu mirada de asombro ante las bellezas naturales, tu entusiamo y emoción por nadar cerca de los lobos marinos.

La boda estuvo bonita, la naturaleza de La Paz fue increible, la familia de mi hermano bastante hospitalaria pero mirar tu alegría, ver tu sonrisa y asombro ante las situaciones que la vida te da y ver como las disfrutas, fue lo que valió la pena de ese viaje. Te amo inmensamente y nada me hace más feliz que verte feliz. Eres todo para mi, te amo mi busi.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Hacer política en México es sinónimo de división

POLÍTICA = DIVISIÓN.

México tiene diversas divisiones: A) Dividido por territorio, esto es, por 31 Estados y un Distrito Federal. B) Dividido en cuanto al ejercicio de los Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial que a su vez se subdivide en Federal y Local. C) Dividido por Circuitos (los Tribunales Colegiados de Circuito, pertenecientes al Poder Judicial Federal, tienen jurisdicción según su Circuito y éste puede abarcar incluso hasta dos o más Estados). En fin así como estos ejemplos podemos hallar muchas y muy variadas formas en que nuestro México está dividido para “su buen funcionamiento como país”. Lo triste es cuando estás divisiones se dan por intereses personales, por caprichos, orgullos, envidias, egoísmos y demás circunstancias que tienen como propósito “no dejar ser ni hacer”.
Como ejemplo de esto último están las ideologías, las cuales no están mal por el hecho de que todos pensemos en forma distinta sino que cobra un sentido diverso cuando estás ideologías son caprichosas y sin argumentos fehacientes para ir en contra de tal o cual forma de pensar o de actuar.
Dentro del mundo de las ideologías, vemos que México también encuentra división en este supuesto con los partidos políticos los cuales a su vez están divididos por grupos ya sea los conservadores o los liberales (o así debiera ser). Pero ahora esos grupos de los partidos políticos se dividen por ideologías con intereses propios y no comunes y que sólo buscan el poder para obtener más poder en diversos niveles de gobierno (aunque hay contadas excepciones).
Lo triste es que todo ello no es propio sólo de la cúpula política (lo cual es del conocimiento público) sino que las divisiones nacen desde los primeros años en que comenzamos a socializar con otros congéneres. Ejemplos:
- No le hables a ese niño(a) porque se junta con X y me cae gordo(a), vamonos a comer la torta allá atrás (torta de alimento, mal pensados).
- Hagamos el equipo de voleibol, futbol, béisbol, básquetbol, o cualquier deporte de conjunto “sólo entre cuates”.
- Hagan grupos para entregar un trabajo o tarea y buscas a tus amigos y sufres si la maestra lo hace al azar.
Como estos hay múltiples ejemplos en México y se da, como vemos, en todos los niveles, en todas las escuelas, en la iniciativa privada y en la clase burocrática, esto es, en todos lados.

¿Porqué está reflexión? Porque estoy por finalizar la maestría en Derecho que curso. Se organizó una pequeña fiesta de graduación y se delegó a una compañera la organización de ese evento. Realizó las reservaciones y demás preparativos para la fiesta, todo marchaba bien hasta que “otro grupo” del mismo salón a semanas del evento, propuso que se cambiara de fecha y como no hubo respuesta favorable a esos intereses, empezaron a cancelar, en pocas palabras, a boicotear la cena de graduación. Ello originó correos electrónicos agresivos entre uno y otro bando (aunque debo decir que en el salón hay más de dos grupos político-estudiantiles” que se han mantenido al margen y que en principio apoyan al grupo organizador de la reunión) que a pocos días de la fiesta aleja el propósito de ésta: la convivencia amena y armónica.
En fin, este grupo de maestría del que soy parte arrojamos severas críticas con la supuesta libertad de cátedra y la “elevada autoridad” que creemos tener por el simple hecho de estar ahí, pero si con tan pobre e insignificante objetivo no llegamos a arreglos o acuerdos y damos paso a la intolerancia y agresividad, todo por tener el poder del grupo (aunque no se reconozca pública ni expresamente) que podemos esperar de los que manejan México.
El poder del grupo implica que una de esas personas de determinado grupo obtendrá más votos para ser "presidenta de generación", lo que dará la oportunidad de tener el contacto directo con los coordinadores de la maestría para múltiples eventos en los que se pueda relacionar ese presidente con su grupo en congresos, convenciones, etc., a los que acuden los más poderosos y prestigiados ($$$$) juristas de México, y que puede traer como consecuencia un buen "hueso" en su futuro profesional de ese grupo.
Los grupos de poder de México, empezaron en un aula y si no creen, pregúntenle de dónde son el Presidente de México, el actual Secretario de Gobernación y demás círculo de poderosos personajes que manejan el destino del país. Efectivamente de una misma aula o Universidad.
De ahí mi conclusión que es el nombre de este post: para mí hacer política significa dividir lo que estaba unido por naturaleza para buscar intereses personales (generalmente $$$) en lugar del bienestar común; que asco.

martes, 11 de noviembre de 2008

Cuando no hay nada que escribir


Esto es lo que más se me antoja ahora: dormir. No se me ocurre nada para escribir o, más bien, tengo pereza de plasmar una memoria. Debo bajar unas fotos de mi cámara porque el sábado se casa mi hermano menor y tengo que vaciar las memorias de la cámara pero también me causa flojera hacerlo. En fin, mañana postearé algo. Mejor haré lo que mejor sabe hacer la Leslie (foto de arriba): dormir.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cruda (segunda parte)

Mi esposa despertó y, al igual que yo, tenía la misma cruda económica por la compra de la videocámara. Aunque no lo expresábamos, nuestra felicidad por ese gasto se veía un poco empañada por cierta intranquilidad e inseguridad así como por el sentimiento de culpa por haber pagado, vía tarjetazo, una cantidad bastante de dinero en tiempos de inestabilidad económica mundial.
No obstante, para calmar ese molesto sentimiento, ambos nos dabamos ánimos y nos elogiabamos por la compra realizada. Pero aun así, muy dentro de nosotros sabíamos que fue un gasto innecesario, impulsivo y bastante caro. Revisé la videocámara "viejita" para ver cómo la iba a acomodar con otro dueño y una angustiosa crisis por el dinero utilizado en la "super oferta" acrecentó esa profunda voz de mi subconsciente que me decía una noche antes: "Está preciosa, pero no compres la cámara, espérate a que baje más de precio. Tengo una cámara muy buena en casa."
- Está nuevecita mi cámara y la compré apenas hace cuatro años- Pensé en voz alta.
- ¿Qué dijiste? -Cuestionó mi esposa que pasaba en ese momento por el cuarto.
- Que.. en cuánto daré mi cámara para no perderle tanto, a mi me costó cara pues es de las buenas. - tartamudée y respondí inseguro.
- Lo único malo de esta cámara es que tengo siempre que estar comprando cassetes y cargarlos en los viajes, y en la nueva que adquirimos ya tiene su memoria interna.- Continúe, justificando la compra.
Después de analizar las cámaras y sus precios, ambos nos vimos a los ojos e hicimos una mueca de "qué mala compra, fue un gasto innecesario y nos ganó la mercadotecnia navideña de soy totalmente palacio".
- Y si la devolvemos? La acabamos de comprar hace unas horas. - Soltamos con esa expresión nuestro sentimiento guardado desde que pasé mi tarjeta de crédito en esa madrugada.
Sentimos culpa de gastar sin conciencia. Nos recriminamos. Pensamos que con ese dinero pudimos comprar mejores cosas y, sobre todo, más prácticas y necesarias para nosotros. O incluso ahorrarlo para adelantar el pago de la hipoteca.
- El ticket dice que no hay cambios ni devoluciones, si vamos nos van a mandar muy lejos.- Dijo mi esposa analizando el recibo de compra y con una cara de ya nos jodimos.
- Tú siempre puedes.- La animé con voz segura pero con sentimiento de desconfianza en el fondo.
- Total, si no nos hacen la devolución nos la quedamos y la "viejita", como no me van a dar lo que me costó ni tampoco la mitad de su precio original, la sacamos haciendo una rifa.- Le sugerí.
- Vamos rápido a regresarla.- Me dijo confiada
Subimos al carro, llegamos a la tienda, hablamos con el encargado, con su superior y con el superior del superior, poniendo siempre cara de "pobres muertos de hambre" para que se apiadaran de nuestra alocada y entusiasta estupidez consumista.
- Es muy dificil, ya se selló la garantía y el ticket dice que no hay cambios ni devoluciones. - Nos decían una y otra vez.
- Por favor, cómo la vamos a pagar, tenemos otras deudas. -Mentimos para salvar nuestra desgraciada tontería consumista, eso sí, sin modificar nuestra cara de preocupación y mejorándola como para enviar el mensaje de "Ni pa frijoles tenemos", jijiji.
- Dejéme ver qué se puede hacer, pero le insisto es muy dificil. - Dijo el jefe del superior del encargado del área. Se hicieron algunos trámites.
Minutos más tarde nos dirigimos al estacionamiento, un poco serios, sin mirar atrás bajamos por las escaleras eléctricas.
Salímos de la tienda. Llegamos al Mc Donalds que hay en la plaza comercial. Moríamos de hambre y necesitabamos algo de comer para aliviar el sabor amargo de nuestras bocas.
Nos miramos, sonreímos y, con júbilo, expresamos nuestra felicidad. Abrazos y besos. Lo habíamos logrado. Dificl pero lo hicimos. Regresamos felices.
Al final del día, me quedé sin cámara nueva. Sin esa cámara que me había vuelto loco. Pero regresó la tranquilidad a mi mente y, sobre todo, a mi bolsillo. En unos años la compraré; además, mi cámara "viejita", viéndola bien, todavía agüanta un buen rato y no está tan fea ni es tan inútil como parecía al lado de las video cámaras con novedosas tecnologías.
Pero todo lo anterior, no fue tan valioso e importante como ver que a mi esposa "Busi", le regreso el color y la sonrisa a su rostro. Y eso, quedó grabado de por vida en la mejor video cámara que existe: La memoria.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Cruda

Son las 8:30 am del domingo. Ayer me desvelé y no obstante me levanté temprano. Ya no pude dormir.

Llevamos mi esposa y yo varios fines de semana contínuos desvelándonos. Un partido de futbol que acaba en fiesta en nuestra casa, una cenita con compañeros de secundaria que se alarga a altas horas de la madrugada, una fiesta de disfraces en Celaya, una carne asada en el Ajusco que finaliza en fiesta en casa de uno de los amigos, etcétera, etcétera. Por fin ayer teníamos el día libre de algún compromiso y la noche también.
- Hoy sí dormiremos temprano- Le afirmé a mi esposa.
- Sí, ya hacía falta descansar un poco- Respondió asintiendo con la cabeza. - ¿Te parece si en la tarde vamos al centro comercial?, aún no compras tu traje de lino para la boda de tu hermano y a mi me hacen falta los zapatos de mi vestido. Te recuerdo que estamos a una semana de la boda y en la semana no voy a poder buscarlos pues estaré muy ajetreada. -Me dijo con voz firme.
- Bueno. - Accedí. Pensé que ya nos hacía falta caminar un poco y además no estaría mal ver cómo arreglaron el centro comercial para la Navidad.
No encontré mi traje, ni ella sus zapatos. Sin embargo, encontramos que había "venta nocturna" por las fiestas navideñas.
La tienda departamental estaba llena al máximo, meseros regalando copas de vino blanco y tinto, botellitas de agua, todo para que el consumidor se sintiera a gusto. La gente caminaba con sendas bolsas, llenas de compras y más compras; pasaban su tarjeta de crédito sin ningún remordimiento, felices porque la tienda le "regalaba", además del descuento directo en el precio y los 15 meses sin intereses, cierta cantidad de monedas según lo comprado canjeables por determinados regalos que la tienda preestableció e incluso te abonaban un porcentaje a un monedero electrónico para usarlo y seguir comprando en su tienda. ¡Qué dadivosa!. Eso es espíritu navideño.
¿Y la crisis crisis mundial económica?. Pues ¿no que estamos muy jodidos y que no usemos tarjetas de crédito en esta época de inestabilidad económica en la que el dólar está muy volátil? -Pensé viendo a los pobres consumidores con cierta pena por ellos. -Los quiero ver en enero haciendo fila en el Monte de Piedad. - Me compadecí.
De repente, pasando por "electrónica y fotografía" detuve mi marcha para preguntar por una cámara de video que hace algún tiempo quería comprar.
Mi esposa me acompañó, junto con mis suegros a quienes nos encontramos en la tienda.
Me explicó las características de la videocámara y poco a poco me demostraba otras más, distintas a la que originalmente había llamado mi atención. Con la última que me demostró, quedé maravillado y sobe todo envuelto por todo lo que podía hacer.
El vendedor, excelente por cierto ya que me traslado imaginaramente a momentos increíbles de mi vida grabados por esa super cámara de video, vio a un cliente potencial en mí dado el interés mostrado en ella.
No se equivocó. Tanto mi esposa como yo quedamos maravillados con la cámara.
-Vale la pena- Dijo mi esposa. - Si ya vas a hacer el gasto, por un poco más compraría esta cámara que tiene mejores cualidades que la otra que querías.- Me animó.
- ¿Cuánto serían las mensualidades? Pregunté.
Cálculos matemáticos y el ofrecimiento de más regalos para animarnos.
Fuimos a cenar para pensarlo. Nos gustó pero estába un poquito cara.
-Bueno para eso trabajamos ¿o no? Debemos darnos un gusto de vez en cuando- Nos animó mi suegra.
Cálculos matemáticos. Vale la pena o no, esa era la cuestión.
-En Estados Unidos, cómo está el dólar actualmente sale casi igual.- Me dijo mi esposa, no sin antes haber investigado rapidamente en el buscador de internet que tiene en el celular.
Al final, caímos en las garras del consumismo. A las 2:00 am de la mañana estábamos de regreso en esa tienda. Pasamos la tarjeta de crédito. -Las mensualidades están bastantes cómodas- Nos animamos mi esposa y yo.
- Es nuestro regalo de Navidad, tu pones la mitad y yo la otra ¿va?- Acordamos.
Llegamos a la casa, platicamos, le echamos un último vistazo a nuestra adquisición. 3:00 am.
¿Y la tan sonada crisis económica? Me cuestioné antes de conciliar el sueño. - Pues está noche se fue muy lejos, tal vez regresé a principios de año.- Me contesté.
Dormimos.
La cruda de hoy, no es cómo las otras. Es más bonita. Estoy como niño que recién recibió sus regalos de los "Santos Reyes Magos". Pero mi esposa me advirtió que no podía utilizar todavía la cámara.
Nos volvimos a desvelar y ella sigue dormida; yo quiero que ya despierte pues no puedo resistir más. Muero de ganas por usar la cámara. Pero esas ganas se intensifican al pensar que lo primero que grabaré en la video será a ella, la persona más importante, valiosa y hermosa que tengo en la vida: Mi esposa.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Lomas... OGT

"Lo-más" característico de los gobiernos de México... Sus traiciones, mentiras, y sus políticos.
"Lo-más" característico de la gente mexicana... Que en lugar de ayudar al que tiene éxito, lo tratan de hundir.
"Lo-más" característico de nuestras leyes... Son para no cumplirse.
"lo más" característico de las investigaciones en el gobierno... Es que nunca se sabe la verdad (creo que se archivan los asuntos y al pueblo se nos olvida).
"Lo-más" bajo que hemos caído... Todavía seguimos cayendo.
"Lo-mas"... Taurinas" (Colosio)
"Lo-mas" ... de Chapultepec" (Mouriño)
"Lo-más" OGT... "QUE NOS SIGAN DANDO ATOLE CON EL DEDO A LOS MEXICANOS".
Ni modo. Aquí nos tocó vivir.

Por cierto, así como los artistas recibían su patadita para la buena suerte cuando se presentaban en televisión por parte de Don Raúl Del Asco, en "Siempre en Domingo" (Siempre lo Mismo), este blog tuvo la suya (su patadita).

En efecto, ya se estrenó este blog con un primer comentario y "de lujo" (que debo admitir fue por invitación mía). Nada más ni nada menos (no sé porque siempre dicen así) que el buen Guffo Caballero, a quien sólo por las lecturas diarias que hago en su excelente blog, siento conocerlo de un buen tiempo.

Gracias Guffo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

El Faro, los mariscos y el Whisky

Nunca fue de mi agrado la comida del mar, especialmente los mariscos, ya que sí podía comer un pescado empanizado. No obstante, desde hace varios años forman parte de mi dieta. Debo reconocer que se lo debo al Tony quien fue el que me llevó a ese restaurante en la Viga. Era viernes santo y hacía bastante calor. Se antojaba una buena comida acompañada de una "chelita" bien fría y él me dijo que conocía un lugar llamado el Faro en el que se comía muy rico. Fuimos a ese lugar con otros amigos (El Mon, el güigüis y creo que mi compadre el Hectorín). Pedimos las bebidas y, además, una entrada de comida que se llama "farolada", precisamente compuesta de mariscos. No muy gustoso acepté. Pero cuando probé el platillo me gustó y bastante. Desde entonces empecé a comer mariscos. De hecho tratábamos de reunirnos cada semana en ese lugar para comer y aunque no se hacía cada semana si nos reuníamos ahí con mucha regularidad, pues aparte de la comida nos echábamos unos buenos tragos. El dueño, nos trataba con mucha cordialidad y familiaridad, lo que era "la cereza del pastel". Incluso, cuando debía cerrar el restaurante lo hacía pero nunca nos corría. Poco a poco, dadas las múltiples obligaciones laborales, familiares y sociales, dejamos de reunirnos y de acudir a ese lugar. En contadas ocasiones acudo a comer con mi esposa y, en otras más, con mi otro buen amigo Paco a comer. Lo interesante es que ahí me gustó comer el pescado y los mariscos en sus múltiples formas en que los cocinaban. Ayer, fui a comer con Paco. Pedimos nuestra acostumbrada "Farolada" para los dos y después cada quien su platillo. Yo siempre bebo cerveza o una paloma (tequila con squirt, limón y escarchado el vaso con sal). El whiskey o whisky (ambas formas son aceptadas) no es de mi agrado ni en bodas donde es gratis y menos con agua mineral. No obstante, Paco me recomendó tomar un Jack Daniels con sprite y debo decir que fue ¡Otra cosa! Ya me habían recomendado tomarlo con otro refresco sabor lima-limón llamado Ginger-Ale, Canada dry o shwepes (no sé si así se escribe). Juró que lo haré. Nuevamente en "el Faro" lugar de buenas reuniones de amigos y familiares probé algo nuevo y del que así como los pescados y mariscos pasaron a formar parte de mi dieta, el whisky (pero Jack Daniels para empezar) será parte de mis próximas bebidas favoritas.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

México viejo, México... ¿nuevo?

Ese miércoles 23 de marzo de 1994, regresaba de la Universidad, junto a mi hermano, en el vocho blanco que mi papá nos prestaba para transportarnos. Los miércoles salíamos más temprano de clase pues sólo teníamos una que también tomábamos los sábados.
En esa época no escuchabámos noticias por la radio, por el contrario, poníamos un cassete en el autoestéreo para oír a todo volumen nuestra música.
Al circular por las calles de la ciudad de México, nos percatamos que la gente que caminaba por las mismas se notaba nerviosa, ansiosa, temerosa... muy rara.
Llegamos a la casa y saludamos a mi abuelo que estaba con nosotros pues mis padres habían salido de viaje y él se quedaba a "cuidarnos". Lo vimos que terminaba de arreglarse y que portaba su clásica camisa gris de cuello de tortuga, un pantalón negro y su típico saco de piel color "miel". Vestía así en ocasiones especiales (bodas, 15 años, bautizos, fiestas e incluso velorios). Ese día nos dijo que acudiría al velorio de su hermana Isabel.
Lo vimos que tomó camino no sin antes decirnos que viéramos la tele, especialmente las noticias porque habían matado a algún personaje fuerte de la política.
Prendimos la televisión y ¡oh sorpresa!, estaban anunciando el asesinato del candidato del PRI a la presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio. Sobra decir que no lo podíamos creer. Toda la tarde y noche pegados en la tele viendo cómo "la señora del buen decir" (creo que así le decían en Televisa), Talina Fernández, buscaba la primicia de la nota roja.
Hacíamos conjeturas, al igual que la sociedad, y concluimos acusando al entonces presidente Salinas y a diversos personajes de la política de ese asesinato.
Pensamos que México estaba en el hoyo, que ya había llegado muy bajo. Nos atemorizamos. Qué otra cosa peor le podía pasar a México, creímos que ya ninguna. Obviamente el occiso fue elevado a rango de mártir político y fungió como bandera del PRI para las siguientes elecciones federales. Lógico que fue un respiro para ese partido que ya daba "patadas de ahogado" y estaba perdiendo votos desde las elecciones en que surgió ganador Carlos Salinas. Lo anterior valió para que el PRI ganara, por última vez, la presidencia con su candidato emergente Ernesto Zedillo.
Ayer, 14 años más tarde de aquel suceso, otra nota histórica y de gran peso político: Muere Juan Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación, en un avionazo por los rumbos de Reforma y Periférico. ¿Accidente o atentado? ¿Un nuevo mártir en el gobierno federal aunque de otro partido? (aunque el PAN ya tenía a Clouthier) ¿Qué falta para que México avance y deje de ser aquel país del siglo XVIII y XIX que se caracterizó por asesinatos de Presidentes y vicepresidentes; traiciones, planes de gobierno, levantamientos en armas para derrocar un gobierno? Y ni qué decir del siglo XX. Con todo esto, los tiempos de ahora parecen, en el fondo, iguales a los de antes. En verdad que en estos menesteres no añoro lo de antes pues lo vivo actualmente. ¿Cuándo creceremos, pobre México?

martes, 4 de noviembre de 2008

Por bocón.

- Ya vieron a ese guey?- Dije con seguridad y señalando hacia el otro lado del patio de la Universidad.
- Cuál?- Preguntó Emmaruth.
- Ese guey que está vestido todo de blanco. ¿A poco no se distingue entre la multitud? - Y señalé con mayor precisión.
- ¿Qué tiene? Dijo Edsón sin dejar de abrazar a Lety, su novia.
- A poco tu te vestirías así y saldrías a la calle - Reté a Edsón.
- Pues la neta no- Respondió mirándolo de pies a cabeza.
- ¿A poco no parece de la "Sonora Santanera"?- Reí con tono burlón y todos asintieron con su carcajada.
Me levanté de la jardinera que todas las tardes era testigo silenciosa de nuestras pláticas, burlas y peleas.
- "Es la boa, tataratata"- Canté y bailé refiriéndome a ese personaje que caminaba por el patió y al que lo había asignado como parte de ese grupo musical popular.
Todos reían.
- Y como buen artista que dice que el mejor regalo de su público son los aplausos, me engrandecí con las carcajadas de mis amigos y continué:
- Es más, con ese medallón que lleva colgado del cuello parece también a Walter Mercado, jajajaja.- Seguí mi burla hacia ese tipo.
- Ahorita va a venir con nosotros y nos va a decir que nos da "todo pero todo su corazón"- Expresé, haciendo el ademán que caracterizaba a ese astrólogo gay.
Todos seguían riendo y hasta se doblaban de la risa. No obstante, algunos más empezaban a guardar silencio en la medida en que se acercaba ese señor de vestimenta rara y le veían mejor la cara.
De pronto, Rafa, la novia de mi hermano, con voz insegura dijo:
- ¡Qué mala onda! Te estás burlando de mi hermano- Dejé de reir a carcajadas pero todavía con la sonrisa en mi rostro quise imaginar que ahora ella quería vacilarme.
- ¡Cómo puede ser tu hermano! No es cierto, me quieres cambiar la broma- Le dije ya con cierto temor al mirar su rostro serio.
- Es verdad, es su hermano- Dijo el mío haciéndome una cara de "deja de decir pendejadas imbecil"-
- Bueno, no es que parezca de la Sonora Santanera ni Walter Mercado, sino más bien lo que quise decir fue que ...-
- Mejor cállate- Interrumpió mi hermano. -Ya la cagaste- Me dijo.
- Es que su forma de vestir se me hizo un poco rara y... -
- Ya no digas nada que sólo la estás regando más- Me volvió a interrumpir mi hermano pero ahora con la mirada de todos hacia mí reprochándome seguramente con un pensamiento de: "Qué poca madre, cómo te expresas así de tu concuño"-
De repente, todos los que reían a carcajadas guardaron silencio.
Zoraya interrumpió ese silencio y dijo:
- Si, es verdad, sí es su hermano, que mala onda eres-
Aún no creía que fuera su hermano. Incluso, sonreí de nuevo y dije:
- Ahora caigo, ustedes se pusieron de acuerdo y ¿me están vacilando verdad?-
Silencio total.
En eso, el grito de la novia de mi hermano:
-Abel, estamos aquí.-
Abel alzó su brazo y con la mano indicó que se acercaba a nosotros.
-Bueno, ya empezó mi clase, nos vemos al rato- Avergonzado y derrotado por mi mala broma, me retiré apresurádamente sintiendo fuego en la cara.
- Pero ¿quién le manda a vestirse tan ridículo a ese cabrón?- Pensé en mi andar.
- La verdad, se rieron todos, o sea, que sí tenía razón- me daba seguridad en mis adentros.
- En fin debo aprender que hay ocasiones en que me debo percatar antes de hacer una broma de alguien, pero bueno ya la cagué y ni modo.
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