jueves, 22 de agosto de 2013

Deseos peligrosos

Dicen que los deseos se cumplen. Por eso, hay que pensar y cuidar qué se desea. Cuando era niño, me emocionaba ir a la playa. Desde un día antes, preparaba mi maleta con toda la vestimenta propia de un lugar playero. La playa favorita: Acapulco. Mi papá nos levantaba muy temprano para salir, a más tardar a las 5:00 am -en aquel entonces el viaje desde el DF era de aproximadamente 7 horas-. Mi mamá preparaba algo para desayunar en el camino.
Cuando terminaba la vacación llegaba a mi un sentimiento de melancolía. No me quería ir de la playa, incluso imaginaba lo hermoso que sería vivir en Acapulco.
De joven ocurría lo mismo. Viajaba seguido a Acapulco con mis amigos y todos coincidíamos en lo lindo que sería vivir en el puerto. Claro, siempre pensamos como turistas. Incluso, cuando en la tele veía vídeos de Luis Miguel u otros cantantes que grababan en Acapulco, o cuando miraba por tele el festival Acapulco o cualquier otro evento relacionado con esta ciudad, suspiraba profundamente. Cuánto deseaba vivir en Acapulco.
Y se me cumplió. Ya voy a cumplir, a mediados de septiembre, 2 años aquí, en Acapulco. No me quejo, pero dista mucho una ilusión que una realidad. Prefiero haber vivido siempre con la ilusión, con esa intriga de cómo hubiera sido.
Claro que hoy añoro el Acapulco de antes, el de mi niñez y juventud, el que veía como el paraíso donde sólo las estrellas podían vivir. Pero ese Acapulco ya no existe, por lo menos ya no en mi ilusión. Vivo aquí y curiosamente extraño al Acapulco que tanto suspiré.
Cuidado con los deseos porque en verdad se cumplen. Si no, pregúntenle a un servidor.

miércoles, 21 de agosto de 2013

¡Hola amigos!

¡Hola amigos! ¿Qué tal os va? Ya se fue medio año y yo apenas tengo un par de entradas. No hay duda que todo tiene un ciclo. No obstante, mi blog, aunque decaído y abandonado, seguirá. Gracias a todos los que me leen. Gracias a los que me leyeron y a los que me leerán.
Me he animado a seguir gracias a varios comentarios que  he tenido en Facebook sobre las memorias de mi gloriosa escuela secundaria diurna número 59 Club de leones de la Ciudad de México. Mucha gente la ha reconocido como la misma donde ella estudiaba y me han agradecido el que les haya revivido grandes recuerdos. 
Incluso, he reencontrado vari@s excompañer@s a quienes creía que jamás volvería a contactar.
Por eso y más, este blog está más vivo que nunca y con mucho ánimo de seguir plasmando memorias. Y gracias a todos los que dedican unos minutos para leer estas líneas pues con sus comentarios este blog ha ido renovando fuerzas.

sábado, 13 de abril de 2013

Por cierto... Extraño.

Por si alguien lee este texto, les informo que sigo en Acapulco, que espero retomar pronto mi blog, que me encuentro realizando un doctorado, que tengo mucho trabajo, que mi familia va bien, que... Extraño mi blog, mis lecturas, a quienes sigo y a quienes me siguen. Espero regresar pronto.
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Una mirada a la vida

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A través de la memoria