lunes, 11 de abril de 2011

El dificil arte de "juzgar"...

Dicen que juzgar es un don, un privilegio, un honor. Para algunos, es una facultad delegada por Dios a los humanos para analizar y determinar sobre los actos de sus semejantes aquí en la tierra. Para otros, es la rifa del tigre.

Caso concreto:

Un policía llega a un banco que es asaltado. Por radio le avisan que debe auxiliar en ese asalto, por lo que baja de la patrulla y en ese mismo instate, los asaltantes que ya estaban saliendo del banco le empiezan a disparar. El policía recibe un balazo y cae abatido. No obstante, desde el suelo contraresta el ataque y logra herir a uno de los malhechores, pero otros lo siguen rafagueando. El policía sigue disparando, herido casi de muerte y a punto de perder el conocimiento. Los asaltantes huyen.

Al policía lo llevan al hospital donde logran estabilizarlo y salvarle la vida. Pero se encuentra en calidad de detenido. Se le acusa de homicidio doloso en contra de una mujer que vende en la esquina del banco periódicos y revistas. Ella, se encontró en medio de la refriega y una bala que según dictamenes periciales salió del arma del policía y desde el lugar donde él se encontraba abatido, impactó en ella y le produjo la muerte.

El juez resuelve que fue un homicidio doloso ya que el policía no debió disparar sin tener el debido cuidado de no lesionar a ciudadanos inocentes. La pena que se le impuso fue de 40 años de prisión.

Al apelar ese fallo, los magistradis de una Sala Penal resuelven que fue homicidio culposo y por tanto modifican el fallo y le imponen una pena de 6 años de prisión.

El policía, inconforme, acude al juicio de amparo directo y los magistrados de un Tribunal Colegiado de Circuito resuelven otorgar el amparo para que el policía sea dejado en libertad pues se actualiza una causa de exclusión del delito. Pero surge otro problema: Los 3 magistrados de amparo tienen argumentos distintos del porqué dejarlo en libertad: Uno de ellos dice que se trató del cumplimiento de un deber; otro, que fue legítima defensa repeliendo una agresión y el tercero de ellos señala que el policía actuó en ejercicio de un derecho.

¿Cuál de las 5 posturas que se dieron fue la correcta?

Resulta importante señalar que con una de estas posturas, el policía acabará su vida en prisión (40 años); en otra, el policía estará unos años en prisión con la consecuencia que ello trae; en una más, el policía gozará de su libertad, pero ¿Bajo qué argumento se le otorgaría esa libertad?

Además de éstas ¿Existirá otra postura distinta?

Si fueras Juez, ¿qué harías? Esto es el dificil arte de juzgar...

Y es que todos, absolutamente todos, hemos juzgado algo o a alguien en más de una ocasión. Generalmente, nos inclinamos más del lado en que se encuentra nuestro personal punto de vista, creencia o sentimiento. Dificilmente nos apartamos de "nuestra razón", abrimos la mente y utilizamos la razón objetiva para juzgar en forma imparcial. Nos gana la pasión, el enojo, la frustración, nuestra primera impresión y así, sin más, juzganos sin pensar ni analizar con calma qué fue lo que verdaderamente ocurrió.


Además, el que juzga siempre queda mal con una de las partes o con ambas como el árbitro en un partido de futbol, quien queda mal con los dos equipos contendientes y hasta con el público aficionado.

Y al final, sea cual fuere el sentido, y sin importar si estamos o no inmiscuidos en el problema, juzgamos a ese "juzgador".

Por eso concluyo que "Juzgar" es un dificil arte... muy fácil de hacerlo, pero de hacerlo bien, lo dudo.


Muchos pensamos que es muy fácil juzgar, más cuando tienes la preparación y los elementos necesarios para ello, como los jueces. Sin embargo, la realidad dista mucho de ser así.




NOTA: Todos los datos son ficticios, las penas, la calificativa de los delitos y las causas de exclusión de éste son inventadas... Aunque el caso como tal, si existió...

1 comentario:

Diana. dijo...

Es difícil juzgar por tu oficio y no ser criticado con tu veredicto.

Pero al menos si yo fuera Juez, le daría libertad al Policía, estaba en cumplimiento de su deber y pues era mas su prisa por atraparlos y les pediría a la organización de policías que dieran compensación económica a la familia de la señora que vendía revistas, porque también sabiendo ella que estaba en medio de una balacera al menos hubiera tratado huir de ahí, lo malo es que no pudo.

Lo digo tan fácil, pero se que así no hubiera ocurrido.

Saludos!

Powered By Blogger

Una mirada a la vida

Una mirada a la vida
A través de la memoria