El primero de enero de 2009, regresé de Perote, el pueblo de mi papá y alguna que otra familia paterna y me trajé a mi abuela Toyi. Ella cumplió el pasado 30 de diciembre 92 añotes pero parece de 70. No usa bastón, camina sola, hace sus ejercicios, es completamente independiente y no necesita de nadie.
El camino, de aproximadamente 2 horas con 20 minutos, estuvo lleno de las memorias que nos relató. Nos contó, en principio, de cuando estuvo a punto de morir ahogada con un huesito de chabacano, de cómo vivió la vida y, posteriormente, de nuestros orígenes familiares.
Nos platicó que sus abuelos maternos eran de Taxco y que llegaron hasta el D.F. caminado. En su odisea nacieron 15 o 16 hijos, de los cuales sólo sobrevivieron 2 niñas, su madre y una tía. Su mamá luego conoció a un señor de Teziutlán, Puebla, y se casó. El abuelo de mi abuela, por parte de mamá, tenía un telar y hacía alfombras y tapetes. Asimismo, el padre de mi abuela era carnicero. En aquél tiempo, mi bisabuelo tuvo que irse a Perote, porque ahí había mejores oportunidades. Para ese momento estaban instalados en Jalatzingo, lugar donde nació mi abuela, pero mi bisabuela tuvo que dejarlo para seguri a mi abuelo que meses antes ya se había trasladado a Perote. En Perote se establecieron definitivamente. Allí nacieron más hermanos de mi abuela. Ella tuvo 2 hijos de distinto papá: Mi papá cuyo padre era de Puebla y mi tío, el mayor de ellos, que provenía su papá de Jalapa. Mi abuela trabajó inicialmente en la carnicería con su padre, luego empezó un pequeñito negocio de comida que se convirtió en uno de los primeros restaurantes de Perote sobre la carretera "El restaurante Toyi". Mi abuela mandó a sus hijos a estudiar a México. Ambos terminaron la carrera de medicina. Mi papá se recibió en Puebla. Mi papá se casó con mi madre cuyos padres eran del Estado de Guanajuato, específicamente de Victoria de Cortazar, y de ahí (de ese matrimonios no de esa ciudad) nacimos cuatro hermanos: Todos nos titulamos de licenciados en Derecho. Lo cual como se aprecia nada que ver con mis antepasados próximos. Investigaré, algún día, por parte de la familia de mi madre qué eran sus abuelos, bisabuelos y demás, para saber porque fuimos abogados.
Por otra parte, cuando yo era pequeño, en mis locuras infantiles, me puse un nombre ficticio. Algunos dicen que ese nombre en realidad no me lo puse "ficticiamente" sino que no podía pronunciar bien mi nombre y por eso cuando me preguntaban cómo me llamaba decía Belito. El caso es que así me conocieron amigos y familiares en mi infancia. Pocos años más tarde, e insisto en ese lapso en que algunos niños ven amigos imaginarios (no en mi caso) y optamos hasta por "nombres artísticos" (sí en mi caso), a ese nombre le acompañé un segundo nombre con, incluso, ¡apellidos! y cuando me preguntaban por él cambiaba el tono de voz por el de uno más idiota y decía mi nombre y me montaba en ese personaje que ya había dado vida. AAArrrgggg, hasta verguenza me da recordarlo. Algún día confesaré el nombre completo.
Los amigos de la infancia del barrio donde vivía me conocían como Belito o el Belo, información que llegó hasta mis compañeros y amigos de la secundaria, quienes algunos aún me llaman así e incluso hasta a los de la prepa. En la universidad muy pocos supieron de ese alias y nunca hice por darlo a conocer, tal vez mis amigos, los más apegados, sí supieron de ese personaje mío.
En fin, aunque no es de gran importancia, este es el origen familiar de mi personita y también el origen de mi nombre artístico infantil que ahora trasciende en el mundo de los Blogs.
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