La maestra de Español, en el primer año de la secunadaria 59, era de las más estrictas y duras de todos.
Entre los exámenes que nos realizaba, había uno que consistía en la revisión de los cuadernos. Nos ponía alrededor de su escritorio a cuatro alumnos, en orden alfabético, luego a otros cuatro y así sucesivamente. En el examen, la maestra revisaba cada hoja del cuaderno, todos debíamos tener las mismas notas, sin tener hojas sucias y tampoco dejar espacios en blanco y todos debíamos tener los mismos apuntes y tareas. Además, las hojas del cuaderno debían estar con margen rojo y numeradas por nosotros, no podíamos desprenderlas.
Cierto día, en pleno examen, nuestro compañero Zárate, hijo de un famoso boxeador del mismo apellido, llegó con un poco de gripa. Zárate, no era de los más estudiosos del salón y menos de los de mejor conducta. Era peleonero, indisciplinado, hiperactivo y sobre todo cabeza dura.
Cuando tocó el turno a Zárate de pasar al escritorio de la maestra junto con otros tres alumnos, la maestra sabía que iba a tener un desorden de cuaderno, Zárate lo aseguraba y todos sabiamos que Zárate reprobaría ese examen.
Entre cada vuelta a la hoja del cuaderno, Zárate, más preocupado por su gripa que por la apariencia de su cuaderno, aspiraba sus mocos con gran fuerza y se los tragaba, haciendo un ruido fuerte, lo que hizo enojar a la pulcra y exigente maestra.
Así pasaron los minutos hasta que en una de esas aspiraciones la maestra no soportó y le gritó a Zárate que dejara de hacer eso, que no fuera cochino. Zárate obedeció.
Al poco tiempo, la maestra ensimismada en las hojas del cuaderno, no advirtió que Zárate, por cumplir la orden de la maestra, tenía los mocos escurridos a las afueras de las fosas nasales y le llegaban hasta la boca. Los otros tres compañeros sí lo notaron pero Zárate les hizo una mueca de advertencia. En eso la maestra al ver que se estaban distrayendo sus alumnos, volteó y miró a Zárate con los mocos de fuera y que se los estaba limpiando con la lengua.
La maestra lo reprendió y le pidió que se limpiara. Zárate, llevó su brazo derecho y con el suéter empezó a limpiarse. Al ver esto la maestra enardeció más y le dijo que utilizara "papel".
Entonces Zárate tomo su cuaderno y desprendió una hoja de "papel" de ahí y se sonó.
La maestra no soportó más y le dijo:
- ¿Qué hace?
- "Pus usté" me dijo que con "papel".
- Pero "papel" de baño no del cuaderno no sea atarantado.
- No tengo.
- Ay mire, no es posible, tenga su cuaderno, tiene 8 de calificación pero por favor váyase a limpiar esos mocos al baño y utilice un papel de baño, no sea marrano y regresa con la cara y la nariz limpia".
Zárate, tomó su cuaderno, lo dejó en su pupitre y salió del salón hacia el baño, con una sonrisa y un gesto de cinismo y de triunfo.
Y sí, Zárate, aprobó la materia y pasó a segundo año.
9 comentarios:
"y por sus mocos los conocereis" nunca se me ocurrio esa estrategia, pero igual nunca tuve necesidad porque las maestras no me pedian libretas :D fiuuuuuuuuuuuu menos mal....
jajajajaa
ahora si que salvado por unos mocos!!!!!!!!
wacalaaaa!!!!!!!!!
jajajajajaa
mmm, yo creo que ese Zárate era más astuto de lo que parecía...
Saludos
Pues mira ni tan bruto el chámaco... tenia lo que hoy ntros los psicológs llamamos competencias de conciliación, negociación y escalaonado de conflictos refiere.. hee jajajaja
besos mi querido Belo!
LOGRASTE ARRANCARME UNA SONRISA! NUNCA SE ME HUBIERA OCURRIDO LLEGAR HASTA ESE PUNTO CON TAL DE APROBAR.. EN MI CASO ERA TODO LO KONTRARIO, MIS LIBRETAS SIEMPRE ESTABAN MUY BIEN ORDENADITAS..
SALUDOS KON KARIÑO DAYANN
Jajajajajajajaja wakala
pero que mocoso!!!! tan mocosiento!!! jajajaja...
muy lindo tu blog también
gracias por visitar SusuBlog
por acá andaremos
Saludos grandes y buen inicio de semana
Su.
Pero que cochino ese Zarate, ¡asi han de ser en su casa! a mi me da mas coraje osh!
Para aprobar a veces hay que ser astuto o marrano xD
Muy buena l'anecdota.
Gracias por pasarte.
Saludos.
Joel: ¡tienes la memoria de Sheldon Cooper!
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