El sistema de gobierno en México está por el suelo. Nada nuevo, todos lo sabemos. La justicia mediática hace su papel y gana terreno entre la sociedad. Debemos entender que en México hay 3 poderes de gobierno: El Ejecutivo, el legislativo y el judicial y los niveles son federal y local. De derecho, no hay un cuarto; aunque de hecho sí: Los medios de comunicación, la prensa.
Ellos dan la noticia, discuten, exhiben, demuestran, refutan. Los ciudadanos sólo creemos y opinamos. Muy pocos son los que en su punto de vista traen argumentos estructurados, analizados y respetables. La mayoría habla con lo poco que le ha dado la tele y sus noticias de canal 2, 4, 7, 9, 13, 22, los de cable y muchos más. Pero cuántos investigamos para saber porqué pasan las cosas. Por qué culpamos y redimimos a unos u otros sin tener conocimiento mínimo de las facultades y competencias de los que nos gobiernan.
Me da miedo saber que el último de los poderes de hecho está creciendo, informando y convenciendo, pero por sus propios intereses económicos, para poner en el poder a quien más le conviene.
Pero qué se puede hacer? Desde un personal punto de vista, todo mal tiene un origen. El mal de nuestro sistema de gobierno (nos guste o no es el que tenemos) no es tanto el narcotráfico, el tráfico de influencias, el abuso de autoridad, el soborno, el engaño, la corrupción, más bien creo que es que al que le toca poner, fijar, lo que está permitido y está prohibido, lo hace a su propia conveniencia: el legislador. Y ¿quién lo pone a él? Nosotros, obvio sin saber sus propuestas, sino únicamente por las tonterías que Araiza y la ex-RBD dicen y apoyan. O por otros, el caso es que sólo por eso muchos nos guiamos.
Si analizamos, el político, ese al que nosotros con nuestro voto pusimos en su curul, en términos generales, no tiene una carrera política, incluso hay muchos que no tienen conocimiento siquiera de lo que es la sociología, el derecho, la justicia, la argumentación legislativa. Por el contrario, muchos son actores, deportistas, figuras públicas que, sólo con su imagen, permiten al partido al que pertenecen, atraer seguidores, votos.
Cuál es la consecuencia: Que unos y otros poderes se culpen entre ellos. Que nadie acepte su responsabilidad. Que busquen cómo lastimar a tal o cual funcionario que es de otro partido para que vean como "nosotros" de otro partido y nivel de gobierno "sí trabajamos en favor de la patria".
Todo mundo culpa al Juez que deja libre al procesado. Pero se han puesto a pensar porqué se le deja libre? Porque la consignación del encargado de perseguir e investigar delitos (Ministerio Público) no integra debidamente una averiguación previa y el Juez está amarrado de las manos para, fuera de sus facultades y competencia, dicte sentencia condenatoria.
No cierro los ojos a lo que en la realidad pasa. Hay jueces, polícías, políticos, gobernadores, presidentes, comerciantes y empresarios, corruptos. Ellos, los que salen en la tele.
Y las leyes, ¿están a la altura para castigar al que no las cumpla, y también al que no las aplique debidamente?.
Todo está mal. Y nosotros qué hacemos además de no informarnos para poner a políticos a hacer nuestras leyes? Seamos sinceros: Nada, o mejor dicho nada bueno. O responde: Has dado alguna "mordida" a un poli, para que te deje ir por la infracción que tú, sí tú, cometiste? Te has pasado algún semaforo en rojo? has tirado aunque sea un chicle en la vía pública? Vas a más de 100, cuando las indicaciones son máx. 60 km por hora. Le das dinero al franelero? compras películas o cds piratas, porque los artistas y productores tienen la culpa por vender tan caro sus productos? Has dado algún dinerito para un trámite burocrático? Te has metido en la fila del súper agandallándote al que se volteó? Has copiado en un examen de la escuela? Has jugado futbol y tratado de engañar al árbitro con una falta inexistente o le has dicho a tu hijo: Te hubieras tirado?
Tan malos ellos (los del gobierno) como nosotros (ciudadanos). Y no es de ahora, es de siempre. Toda nuestra historia está llena de traiciones, corrupción, engaños.
Por eso ya no quiero ver noticias, porque voy a terminar creyendo que el único transparente, incorrupto, bueno, es quien imparte la justicia mediática, cuando ellos están igual o peor que los otros.
Mira que sacar en la tele que el Apá no fue el secuestrador, mira que las pruebas siempre no son pruebas, mira que los polícías muertos en el rescate de un secuestrado fueron asesinados por sus mismos compañeros en un "error de la operación", mira que poner en evidencia todo el sistema de gobierno. Lo sé, no es su culpa sino del M.P., de los policías, de los Afis, de los Jueces, de los gobernadores, de los políticos que se lo ganan por imbéciles. Pero a dónde llegaremos, cuando lo que creíamos verdadero no es cierto? En quien creer entonces? En ellos los gobernadores, en ellos la prensa o... en nosotros los ciudadanos?
5 comentarios:
¡Vaya! Me has hecho reflexionar acerca de todo lo que dices, es cierto, los medios de comunicación tienes un papel demasiado importante, por eso mismo -como tu dijiste- se le llama el cuarto poder!
Sin embargo ¿qué podemos hacer ante gente que prefiere ver la novela de las 6 antes que leer un buen libro?
curiosamente, la libertad que la internet ofrece es también responsable de mucha información equívoca, cualquiera puede poner cualquier cosa en la red y asegurar que es información verídica, y cualquier otro oprime el botón de reenviar y se convierte en cómplice de esta cadena de desinformación viral
estoy de acuerdo contigo, hace falta desarrollar un filtro personal para distinguir qué información es real y que fuente es confiable
gracias por tus comentarios
=)
Danniitaa: Educación es lo que se necesita. Un país que estudie para mejorar no para pasar por encima de otro. Saludos y gracias por tu comentario.
malbicho: Comparto compeltamente tu punto de vista. De hecho me animó publicar este texto gracias al post que ayer publicaste. Me hizo reflexionar y mira en qué forma.
Gracias por la visita y tu comentario.
Fijate que recordé algo que el buen Toño Esquinca decía (no recuerdo si en una conferencia en la UVM o en un libro), cuando se tiene un microfono enfrente, muchos no tienen idea de la gran responsabilidad que conlleva. Es como un arma si no se emplea adecuadamente.
No se trata de abusar de éste recurso que facilita llevar tu mensaje más ágilmente a la gente que otros, sino de pensar en las consecuencias que pudiera llevar una acción, escrita, hablada, etc.
Buen post. Nos deja reflexionar un rato.
Un abrazo
Suzette Matadamas: Tienes toda la razón, el usar un microfono o un lápiz para publicar algo conlleva una responsabilidad enorme que debe ser bien canalizada.
Gracias por comentar.
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