martes, 18 de enero de 2011

De berrinches y algo más...

Ahora que voy a ser papá, me he cuestionado que haría en caso de que los twins hicieran algún berrinche. Y lo he pensado porque he visto uno que otro berrinchito de mi sobrino y la forma de solucionarlo de sus papás. También he escuchado y sobre todo lo viví, la forma en que mi papá solucionaba el problema con nuestros berrinches. Incluso amigos y conocidos han compartido esa experiencia y sus diversas soluciones.

La verdad no sé cómo voy a reaccionar ante una situación así que, por otro lado, creo que con el tiempo y la experiencia podré solucionar.

Recuerdo que yo sí era un poco berrinchudo. En una ocasión, visitamos a mi tío Chucho en su casa. Despúes de la visita, al despedirnos, le dijimos mis hermanos y yo a mis papás que nos gustaría quedarnos el fin de semana con mis primos y mis tíos. Mis papás nos negaron el permiso. En ese instante, les rogamos y ante la insistente negativa de mis papás, utilicé el llanto amargo, snif, snif.

Ese llanto se convirtió en berrinche. Fue tal el show mío, que nos permitieron quedarnos con mis primos. Como por arte de magia, dejé de llorar, subimos al cuarto de mis primos y todos chocamos las manos en señal de "victoria".

En otras ocasiones, si hacíamos un berrinche, mi papá nos llevaba afuera del lugar donde nos encontrábamos, se quitaba el cinturón y nos daba dos buenos cinturonazos. Dejábamos de llorar y volvíamos al lugar, no sin antes la advertencía de papá: "Y pongan cara contenta". Y eso logró que fueran muy pocos los berrinches que tanto yo como mis hermanos hicimos en nuestra feliz infancia.

Insisto, no sé aún que haría con un berrinche de los twins. Tal vez, les daría un par de cinturonazos. Dejar que ganaran los twins en algunas ocasiones sería otra opción. Tratar de entender a los twins, sin reprimirlos, sin golpes, tal y como lo marcan los cánones actuales sobre educación de los niños, podría ser una más de las herramientas, aunque no me convence.

La verdad no lo sé. Aunque sí estoy seguro que lo último creo que no lo utilizaría y tal vez un buen cinturonazo sí daría. Estaré mal?????

Ya el tiempo lo dirá.

domingo, 9 de enero de 2011

Un domingo por la tarde...

El domingo no es mi día favorito. Nunca lo ha sido. Nunca lo fue. Cuando era pequeño e incluso todavía en parte de mi juventud, como a las 17:00 horas, miraba morir este día. Observaba a través de la ventana del coche, de regreso a casa, la tristeza del fin de un día que a su vez culminaba con la semana, con un pequeño ciclo de vida.

Para mí era patético, triste y nostálgico el domingo por la tarde. Lo odiaba porque no quería que pasara más el tiempo. Me daba miedo mirar como se acababa un ciclo. Empezaba a reflexionar y filosofar con ideas pendejas sobre la vida, el amor, los amigos, los padres, la familia, la muerte.

Moría el domingo y yo me inundaba de temor. El domingo por la tarde era el reflejo de la conclusión de una vida, de un ciclo, de una amistad, de un amor, de una protección parternal y eso me inundaba de temor y angustia. Pensar que, así como el domingo terminaba, todo lo que tenemos en la vida  algún día acabaría y ya no lo tendríamos más, era la angustia más grande que podía sentir. No imaginaba el final de lo que me rodeaba, no imaginaba perder lo que tenía, lo que me llenaba de vida.

Hoy, domingo 9 de enero de 2011 fue distinto. Hoy es el cumpleaños de la Busi y lo celebramos muy contentos. En lo personal, hoy no tuve miedo de lo que algún día perderé, sino que hoy tengo ilusión de lo que algún día sembraré. Hoy no pienso en lo que terminará; hoy, por el contrario, pienso en lo que iniciará, en el ciclo de vida que comienza y no en el ciclo de vida que concluye, hoy pienso en ustedes dos: mis gemelos. Hoy pienso en ti: Mi Busi.

Hoy ya no tengo aquél temor de lo que acaba... hoy "un domingo por la tarde" tengo ilusión de lo que viene, de lo que inicia, de su nacimiento...  

miércoles, 5 de enero de 2011

Carta a los Reyes...

Queridos Santos Reyes Magos:

Soy el Belo y les escribo esta cartita porque creo que en todo el año pasado me porté bien y aunque ya no puedo pedir más ni debo pedir más, quiero que me regalen lo siguiente:

1. Que los twins que espera la Busi estén sanos y lleguen a nuestra vida sin complicaciones.
2. Que la Busi tenga un embarazo hermoso.
3. Que la Busi y yo tengamos salud para poder atender bien a los twins.

No pido más. De hecho hoy no pido por la paz mundial ni el medio ambiente porque a partir de que los twins lleguen, tengo una labor intensa de inculcarles el respeto a la humanidad, al medio ambiente y a todo lo que les rodea.

Gracias por concederme estos pequeños regalos.

lunes, 3 de enero de 2011

Año Nuevo... Noticia Nueva

Estoy feliz. Muy feliz.
La Busi lleva en su vientre vida nueva...
Estoy feliz. Muy Feliz.
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Una mirada a la vida

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A través de la memoria